El pequeño Salvatore, conocido como Toto, no se separa de Alfredo, el operador del Paradiso, el único cine de un pequeño pueblo siciliano. Gracias a esta relación, el niño consigue recuperar los descartes que el sacerdote del pueblo -el censor definitivo- corta de las películas proyectadas. Así, Toto ha conseguido reunir en una vieja caja todos los besos y caricias prohibidas. A través de la relación de estos dos personajes, el director Giuseppe Tornatore rinde un tierno homenaje al cine y a la magia de las películas en pantalla grande. Protagonizada por Philippe Noiret y el niño Jacques Perrin, la cinta ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y el premio especial del jurado en el Festival de Cannes.